A raíz de los últimos acontecimientos de alcance global, vinculados a la propagación de la influenza aviar altamente patógena tipo A H5N1 (IAAP) en mamíferos y el reporte de mortalidades asociadas al tipo H5N5, la Dra. Catalina Pardo Roa, especialista en virología de la Facultad de Medicina UC, explicó el nivel de riesgo de la […]
A raíz de los últimos acontecimientos de alcance global, vinculados a la propagación de la influenza aviar altamente patógena tipo A H5N1 (IAAP) en mamíferos y el reporte de mortalidades asociadas al tipo H5N5, la Dra. Catalina Pardo Roa, especialista en virología de la Facultad de Medicina UC, explicó el nivel de riesgo de la población y algunas medidas de prevención contra contagios.
Durante las últimas semanas, la comunidad científica y las autoridades sanitarias han encendido las alarmas tras registrarse el primer fallecimiento humano por subtipo H5N5 en Estados Unidos, así como la de tres gatos en Islandia infectados con el mismo subtipo. Estos eventos han puesto en evidencia la capacidad del virus para expandirse entre diferentes especies, aumentando los desafíos para la salud pública global. Diversas investigaciones, incluyendo un artículo científico liderado por la UC, demostraron que el virus H5N1 pudo adquirir una modificación genética (sustitución PB2-E627K) que le permitió infectar mamíferos marinos, generando síntomas como letargo, pérdida de apetito, calambres y rigidez. Esta mutación fue reportada en distintos brotes a lo largo de las Américas, en 2023 posterior a la llegada trasatlántica del virus desde Eurasia a Norteamérica, se vieron afectadas especies de mapaches, zorrillos y, posteriormente gatos domésticos y bovinos. En Suramerica, el impacto en la fauna local, especialmente mamíferos marinos, dejo un escenario devastador con las mayores tasas de mortalidad registradas en varias décadas.
A pesar de este escenario, la Dra. Catalina Pardo Roa, investigadora especializada en virología de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina UC, explicó que actualmente el riesgo de contagio en humanos por subtipos de origen aviar se mantiene bajo, y que los casos reportados a nivel internacional se han dado principalmente en personas con contacto estrecho con animales infectados.
Bajo este contexto, explicó cómo identificar la influenza aviar de otras enfermedades comunes: “La gripe estacional, producida por los subtipos H1N1 Y H3N2, origina síntomas como fiebre, tos, cansancio, dolor de garganta y corporal. Por otro lado, la gripe aviar afecta principalmente a aves, sin embargo, eventualmente puede alojarse en mamíferos provocando cuadros de neumonía y Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA)”. En ambos casos el diagnóstico es mediante examen PCR.
La académica enfatizó en la importancia de evitar el contacto con animales enfermos o muertos, por ejemplo, en playas o humedales, y dar aviso oportuno a las autoridades sanitarias, como al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Estas, considera, son medidas clave para contribuir al control y monitoreo de la enfermedad.
Investigación desde la UC
La Dra. Catalina Pardo Roa, desde hace años se encuentra estudiando activamente la evolución y el comportamiento del virus de influenza aviar y sus diversos subtipos en la fauna silvestre de Chile y de la Antártica.
Dentro de sus hallazgos, la académica detalló que se ha observado que diversos subtipos de influenza, no relacionados con la IAAP, circulan en multiples especies de aves Antarticas como pingüinos de Adelia (Pygoscelis Adeliae), pingüinos Emperador (Aptenodytes forsteri) y petreles gigantes (Macronectes giganteus). Sin embargo, las Skúas Pardas han mostrado ser especialmente susceptibles a la influenza de alta patogenicidad, con tasas de mortalidad superiores al 50%. Es interesante que a pesar de no estar infectados muestras de aves no infectadas mantienen anticuerpos respondedores frente al virus de alta patogenicidad, un hallazgo que abre nuevas líneas de investigación sobre la respuesta inmunológica de estas especies.
Durante 2023 y 2024, el grupo del Laboratorio de Virología Molecular de la UC, lideró la vigilancia genómica de los virus influenza aviar, secuenciando en colaboración con el SAG y FAVET un numero importante de muestras del brote en el continente y realizando la primera secuenciación del genoma completo del virus H5N1 desde muestras colectadas en una expedición en la Antártica, utilizando tecnología de nanoporos y logrando obtener los datos en menos de una semana. Este hito permitió establecer vínculos entre la variante antártica y los casos detectados en Sudamérica y Georgia del Sur, revelando su ruta evolutiva y su potencial de dispersión.
Recientemente, la académica participó en el XIV Simposio Internacional en Ciencias de la Tierra en la Antártica (ISAES), organizado por el Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) y el Comité Nacional de Investigaciones Antárticas (CNIA) junto al Instituto Antártico Chileno (INACH), en Punta Arenas. En el espacio, presentó su proyecto de investigación “Antártica, La Última Frontera: Vigilancia y preparación ante el avance de los virus de la influenza aviar altamente patogénicos”, financiado por INACH. Durante la estancia en Punta Arenas, la Dra. Pardo Roa junto a su equipo realizaron diferentes conversatorios, en colaboración con INACH y la Wild Conservation Society, y actividades de divulgación científica. Dentro de ellos, se incluyó el taller “Cazadores de Virus”, dirigido a estudiantes de 5° básico de escuelas de Puerto Natales, Laguna Blanca y Porvenir, donde a través de un juego de roles explicaron los conceptos básicos del virus y su potencial impacto en el medio ambiente.
La actividad fue ejecutada en colaboración con el Programa Explora del Ministerio de Ciencia y la Universidad de Magallanes, con el fin de promover la socialización del conocimiento dentro de la comunidad educativa. Para la académica, es relevante mantener un monitoreo continuo de estos virus en regiones donde circulan subtipos endémicos, la cuales no han tenido un amplio contacto con virus que vienen desde el continente. Para esto, se espera realizar en enero una nueva expedición y, en conjunto con el equipo del Instituto Milenio BASE llevar a cabo un muestreo Antártico extensivo que incluya la Isla Rey Jorge, Bahía Fildes, Península Antártica, entre otros territorios, abarcando incluso, por debajo del círculo polar.