Lilia Vidal Garay (1934 – 2011)
Profesora titular de la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y miembro Honorario de la Facultad de Medicina. Se desempeñó como académica por más de veinte años en nuestra Escuela, donde realizó una importante contribución en las áreas de cuidados neonatales, lactancia materna y fomento de la investigación en enfermería. Nació […]
Profesora titular de la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y miembro Honorario de la Facultad de Medicina. Se desempeñó como académica por más de veinte años en nuestra Escuela, donde realizó una importante contribución en las áreas de cuidados neonatales, lactancia materna y fomento de la investigación en enfermería.
Nació en la ciudad de Punta Arenas y realizó sus estudió de enfermería en Santiago en la Universidad de Chile. Luego al titularse en 1956, continuó sus estudios de postgrado en la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica, obteniendo el grado de Magister en Salud de la Comunidad con mención en Salud Mental y Psiquiatría en 1979.
Recién egresada tuvo la oportunidad de trabajar en una experiencia piloto para América Latina, en el servicio de Neonatología del Hospital Calvo Mackenna, relacionada con el alta precoz en los recién nacidos prematuros y con la formación de especialistas en esta área. En dicho servicio se desempeñó entre los años 1956 a 1968. Desde su cargo de enfermera clínica colaboró estrechamente en la formación de enfermeras, médicos y matronas de las universidades de Chile y Católica, además, de alumnos de post grado de universidades extranjeras que realizaban pasantías en nuestro país.
Ingresó a la carrera académica en 1968 como profesora de enfermería neonatal, en la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile, donde se desempeñó por 6 años. En el año 1974, como resultado de un llamado a concurso, se integró a la planta docente de nuestra Escuela, como profesor auxiliar, para desempeñar labores académicas en el área de la enfermería neonatal, dentro del proyecto de formación de enfermeras matronas. En 1979 fue promovida a la categoría de profesora Adjunta y en 1989 a la categoría de profesora Titular.
Junto a su labor docente, desempeñó diferentes cargos de administración académica, se destacan el de Subdirectora de Asuntos Estudiantiles, Jefe de Departamento de Enfermería Pediátrica, miembro de la Comisión Curriculum, miembro de la Comisión de Investigación de la Facultad de Medicina, donde realizó una destacada labor en beneficio del desarrollo de la investigación de la Escuela. Su línea de investigación en lactancia materna, le permitió a fines de la década de los ochenta participar en el proyecto de la Universidad de Georgetown, USA destinado a profundizar la formación de los futuros profesionales de la salud en el tema de la lactancia materna.
Entre sus publicaciones se destacan artículos sobre este tema en revistas nacionales; la edición del texto “Lactancia Materna, preguntas y respuestas” (1992), de la Editorial Mediterráneo y “El recién nacido inmediato” (1988); un video tape “Estimación de la edad gestacional: Test de Dubowitz”.
Junto a otros dos profesores de la escuela (María Cartajena y Marisol Cantwell) hicieron una donación para crear un fondo de investigación para la Escuela de Enfermería, con el cual se creó el concurso de investigación de la Escuela.
Una de las distinciones más importantes que recibió, es el reconocimiento por parte de los alumnos como la mejor profesora en el año del centenario de la Universidad Católica (1988).
Sus ex alumnas la recuerdan como una persona que se distinguía por sus sólidos fundamentos y su manera particular de transmitir, en base a ellos, la postura profesional que debía tener una Enfermera/o que está al cuidado de los recién nacidos. Nunca olvidarán sus preguntas, que removían y hacían reflexionar; y que requerían, por cierto, tener muy claros los fundamentos fisiopatológicos. Esta actitud hacía que se constituyera en una profesora modelo, que encantaba y a quién soñaban con alcanzar. A esto se agregaban sus características personales de ser respetuosa, afectuosa y directa en su diálogo respecto a su postura profesional y frente a la vida. Siempre llevaba a cada persona a pensar en sí misma, en sus potencialidades y cómo desarrollarlas mejor.
Se acogió a retiro y cesó en sus funciones académicas en esta Escuela en el año 1994. En el año 2000, en la ceremonia de celebración de los 50 años de existencia de esta Escuela, en reconocimiento a su destacada labor recibió el nombramiento de miembro honoraria de la Facultad de Medicina.
Posterior a su retiro se desempeñó como terapeuta familiar y se integró como Miembro titular de la Sociedad Latinoamericana de Hipnosis Ericksoniana y Terapia Familiar.