21 de Octubre 2025

La exposición prolongada a estrógenos y antecedentes familiares son algunos de los principales factores de riesgo. Potenciar la formación de los profesionales de la salud que mantienen contacto directo con las pacientes podría ser clave en la prevención. El cáncer de mama es un problema de salud pública de escala mundial. Se estima que en […]

La exposición prolongada a estrógenos y antecedentes familiares son algunos de los principales factores de riesgo. Potenciar la formación de los profesionales de la salud que mantienen contacto directo con las pacientes podría ser clave en la prevención.

El cáncer de mama es un problema de salud pública de escala mundial. Se estima que en 2022 más de 2,3 millones de mujeres fueron diagnosticadas con esta enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso chileno, más de 1.840 mujeres fallecieron a causa de tumores malignos de la mama en 2024, según el Informe de Defunciones por causa del Ministerio de Salud; y hasta septiembre de 2025, la cifra superaba las 1.300 mujeres. 

Este 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, para concientizar sobre el tema y promover la prevención, donde la pesquisa y el screening cobran especial relevancia.

Silvia Palma, investigadora del Centro para la prevención y control del cáncer (CECAN) y académica de la Escuela de Enfermería UC, comenta que “algunos factores de riesgo incluyen la exposición prolongada a estrógenos, como menstruación precoz, menopausia tardía o embarazo en edad más avanzada, así como antecedentes familiares de cáncer de mama”.

En Chile, la mamografía está garantizada cada tres años para las mujeres mayores de 50 años y no requiere orden médica, lo que permite una detección precoz que mejora el pronóstico. 

Para disminuir el riesgo, se recomienda mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada, evitar el tabaco y limitar el alcohol, indica Tomás Schiaffino, estudiante del Magíster de Enfermería de Práctica Avanzada con mención en oncología.

Estrategias de educación y autocuidado

En este escenario, contar cada vez con más profesionales que tengan una formación enfocada en la prevención y el tratamiento precoz de este cáncer resulta clave. 

Fabiola Canel, académica de la Universidad Autónoma de Nueva León, México, y candidata a doctora, realizó una pasantía en la Escuela de Enfermería UC – guiada por las doctoras y académicas UC Claudia Bustamante y Claudia Alcayaga- en torno a mujeres en proceso de quimioterapia. Comenta  que la formación continua y actualización de los profesionales de Enfermería, a partir del pregrado, puede ser crucial en la prevención, ya que desempeñan un rol importante al ser actores que mantienen un contacto directo e interacción con las personas en procesos de alta vulnerabilidad.  

“Esto se puede lograr por medio de acciones o programas educativos que proporcionen información correcta y actualizada para fomentar estilos de vida saludables, la participación a evaluaciones diagnosticas tempranas y la integración a programas de cáncer de mama con la finalidad de informar y empoderar a la población”, comenta. 

Subraya que es importante que los profesionales de Enfermería apliquen estrategias de educación que sean sensibles al contexto, adaptadas a las necesidades de cada mujer. “Es indispensable que fomenten espacios de dialogo como estrategia fundamental para fortalecer la autonomía, el bienestar y la calidad de vida de las pacientes en proceso de quimioterapia”, apunta la académica.

Por eso, enfatiza que el rol de la enfermera es clave,  “ya que no se limita únicamente a la aplicación de medicamentos, sino que se convierte en un agente educativo que tiene la capacidad de acompañar, educar y dar seguimiento integral del proceso terapéutico”.

En esa línea, la Escuela de Enfermería UC cuenta con programas especializados en el tema, incluyendo un Magíster de Práctica Avanzada con mención en Oncología; y dos diplomados complementarios. También imparte cursos de pregrado en Cuidados de Enfermería en Salud Familiar y Comunitaria, cuyo foco es la prevención en el nivel primario de atención, y de Cuidados de Enfermería en pacientes con condiciones crónicas de salud.

Herramientas interactivas y espacios de diálogo

Otro aspecto que resalta Fabiola Canel es considerar la importancia del acompañamiento y orientación de los especialistas en salud, y poder traducir el lenguaje médico en palabras accesibles que faciliten la comprensión. 

“Es importante reconocer a las mujeres con cáncer de mama como impulsoras de su propio cuidado, por lo que algunas estrategias importantes para implementar son el diseño de herramientas interactivas, fáciles de usar y accesibles, que pueden responder a necesidades que se presenten durante la quimioterapia. También, espacios de dialogo donde puedan compartir sus dudas y conocimientos”, señala. 

Fabiola Canel sostiene que el cáncer de mama es más que una enfermedad: “Es un padecimiento que afecta de forma física, mental, emocional y social a las mujeres, que cada experiencia es diferente, sin embargo, para la mayoría de las pacientes el acompañamiento clínico y educativo es importante”. 

Y agrega que la prevención no se limita a transmitir información técnica, sino que implica construir vínculos de confianza, reconocer los contextos emocionales y culturales de cada mujer y generar espacios donde el diálogo sea horizontal y respetuoso.