Un ejemplo de amor y pasión por la enfermería pediátrica

Como una persona detallista, respetuosa y delicada recuerdan a Roser Casassas Sánchez quienes la conocieron. Es que su cercanía y delicado trato con los pacientes dejaron una huella imborrable en nuestra Escuela. “Era una dama, muy respetuosa del otro, muy delicada. Nos enseñó el cuidado del niño de una manera muy en el detalle. Era muy preocupada de que el otro supiese por qué hacia las cosas. Tenía un trato muy delicado por el otro, era muy apasionada por lo que hacía”, recuerda Paula Vega, docente de la Escuela de Enfermería UC, quien además fue su alumna.

El pasado 17 de junio, Roser Casassas falleció en la ciudad de Santiago, pero su legado quedará por siempre. Estudió enfermería en nuestra Escuela, titulándose el año 1958. Se especializó en el área pediátrica y realizó un Magíster en Salud Pública. Fue académica de nuestra Escuela por 23 años, entre 1973 y 1996, donde se desempeñó en Pregrado, en el Departamento Salud del Niño y el Adolescente, además de cursos de especialización pediátrica.

En el ámbito docente asistencial, tuvo una destacada trayectoria en el servicio de pediatría del Hospital Sótero del Río. Siempre sobresalió por rol activo en la organización y funcionamiento del servicio de pediatría de la UC, donde veló por la participación de los padres en el cuidado de los niños hospitalizados.

“Era muy respetuosa con los equipos de trabajo, con todos. Nos enseñó a valorar a todos por igual. Lo que más me marcó era su amor por la enfermería pura, estaba tan orgullosa de ser enfermera. Siempre buscaba potenciar la enfermería como disciplina y a cumplir sus responsabilidades. Esa mirada y ese orgullo de ser enfermera te deja muy marcada”, destacó Paula Vega.

En nuestra Escuela ejerció varios cargos: lideró el programa de especialización en Enfermería Pediátrica y fue Subdirectora de graduados, periodo en el cual impulsó y fortaleció los Postítulos. Dada su trayectoria y dedicación en el trabajo académico, fue nombrada profesor titular, en el año 1994. Además, es Miembro Honorario de la Facultad de Medicina UC.

En su búsqueda por transmitir sus conocimientos, realizó múltiples investigaciones y publicaciones en el área pediátrica. Una prueba de ellos es su trabajo como coautora del libro Cuidados básicos del niño sano y enfermo, el cual es utilizado hasta hoy en la formación de nuestros estudiantes.

Siempre será recordada por sus conocimientos, aporte y amor por la enfermería pediátrica, pero sobre todo por su carisma, preocupación y acogedor trato con quienes tuvieron el privilegio de conocerla.