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Ayuda en tareas de Rescate Urbano Experiencia de un Alumno – Bombero

Marzo 12, 2010


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Parte esencial del desarrollo del quehacer de enfermería, es adaptarse a las situaciones emergentes y priorizar las acciones a desarrollar. Este es un aprendizaje a desarrollar desde las primeras instancias de la carrera y que acompaña a los alumnos permanentemente. Diego Canelo, es parte del grupo de alumnos que se encontraba desarrollando el Internado Ambulatorio en febrero del 2010, en su caso, en el Centro de Salud Familiar Madre Teresa de Calcuta. Diego además es Teniente 3º y Jefe de la Guardia Nocturna de la Bomba San Miguel, del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur. En ese contexto, una vez ocurrido el terremoto, Diego debió resolver rápidamente como continuar con su trabajo, a continuación les presento su relato.

“Dada la capacitación y experiencia con que cuentan muchos voluntarios, miembros de mi compañía fueron requeridos desde el 29 de febrero por el Ministerio del Interior para acudir a las localidades de Pelluhue, Iloca y Constitución, en la VII región de nuestro país. Personalmente, tuve mi primera experiencia de rescate en la localidad de Iloca, en la que por una semana junto a mis compañeros trabajamos en el rescate y recuperación de los cuerpos de las víctimas de todo el borde costero.

Una vez cumplida esta misión, volví a la “tranquilidad” de Santiago, incorporándome a la fase final de mi internado. Es importante mencionar que el apoyo recibido en el Centro de Salud Familiar Madre Teresa de Calcuta, especialmente de mi enfermera guía, y de la Escuela de Enfermería, fueron claves para que pudiera cumplir con las tareas en que fui solicitado.

Posteriormente, el día 16 de Marzo fui nuevamente convocado a formar parte de la Fuerza de Tareas que trabajaría en la ciudad de Constitución, en la realización de tareas de apuntalamiento de Estructuras Colapsadas. En dicha situación formé parte de un sistema de comando incidente nunca antes realizado en nuestro país, donde se coordinó y gestionó recurso humano y material en conjunto con personal de Ejército, Carabineros, Samu, PDI y Bomberos para la búsqueda de 16 cuerpos extraviados, de los cuales e logró encontrar a 2. Luego de esta extenuante semana, retorné a Santiago y retomé mis actividades académicas.

La responsabilidad de priorizar el ir a la zona de catástrofe, poner en juego el nombre de grandes instituciones con las decisiones como equipo, dejar a mi familia de lado, ver el sufrimiento ajeno en su máximo esplendor y una destrucción que ni con la mayor imaginación se acerca a lo que realmente se encuentra en la zona cero; sumado a una sensación de labor realizada, familias tranquilizadas por encontrar los restos de sus familiares o ver el esfuerzo de tantas entidades y volver con la totalidad de mi equipo sano y salvo, que era mi mayor objetivo como encargado del Puesto Médico del Comando (donde el autocuidado, la promoción y prevención jugaron un papel vital), me dan una sensación de satisfacción y labor realizada dentro de toda la maraña de sentimientos encontrados que aún están presentes en cada uno de los segundos en que recuerdo esta histórica catástrofe que de muchas formas y todas igual de válidas y nobles, nos hizo a todos reaccionar y responder”.

La experiencia de Diego, es un ejemplo más del espíritu de solidaridad y compromiso de los(as) estudiantes de nuestra Escuela, especialmente para ir en ayuda de personas, familias y comunidades que viven situaciones tan complejas como las que actualmente sabemos que ocurren en nuestro país.

Claudia Bustamante

Profesora Asistente Adjunta