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Enfermeras al servicio de los más necesitados

Noviembre 7, 2018


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Desde que entraron a estudiar enfermería siempre tuvieron la idea de participar en algún voluntariado. Motivadas por una fuerte vocación y como una forma de darle sentido a su carrera, María Luisa Núñez, Mónica Turner y Antonia Arraztoa, enfermeras y exalumnas de la Escuela de Enfermería UC, decidieron dejar atrás su tranquila vida en Santiago y emprendieron rumbo a Ghana, África, para colaborar en la fundación Future for África (F4A).

“Cuando estaba en segundo decidí partir a Etiopía. Eso marcó un antes y un después […] Ahí conocí una realidad muy distinta y muy necesitada. Creo que existe pobreza en todas partes del mundo, pero acá llega a extremos. También hay menos gente dispuesta a hacer un cambio, por eso vine. A pesar de que sé que en Chile hay mucha gente necesitada también, acá en África los niños siguen muriendo de enfermedades básicas y prevenibles, si se hace educación y se actúa a tiempo. Acá la gente sigue muriendo de hambre”, confiesa María Luisa Núñez.

Así, estarán en Bolgatanga, la zona más pobre del país, durante tres meses. “Empecé a sentir las ganas de irme a hacer algún voluntariado, de entregar todo lo que he aprendido y mi persona, a aquellos más necesitados y, a veces, un poco olvidadas por el mundo. Sentía que era algo que me iba a hacer feliz”, reconoce Mónica Turner. Con la misma idea de vivir una experiencia distinta, Antonia Arraztoa cuenta que “algo me hizo click: aplicar todo lo que he aprendido estos años en la universidad y en los hospitales chilenos para aportar acá, donde se necesitan manos e innovación. Además, esto iba a aportar mucho a mis conocimientos y mi experiencia clínica. Era recíproco”.

Diariamente colaboran en el Hospital Regional de Bolgatanga, en el área de pediatría, donde se requiere mucha ayuda. Además, asisten a un orfanato que la fundación apadrina. “Ha sido hasta ahora, la experiencia más intensa y dura, pero al mismo tiempo increíble y preciosa que he tenido la oportunidad de vivir. Todos los días son intensos, con muchísimo trabajo. Corremos todo el día, pero cuando salgo agotada, es con el alma llenísima”, declara María Luisa.

La fundación F4A está enfocada a empoderar e impulsar a los niños y proveerlos de intervenciones con sentido en las áreas de salud, educación y necesidades básicas. La idea es trabajar junto a las comunidades para lograr un avance real, positivo y duradero. “Creo que vamos a dejar algo grande acá, a mover las cosas, a motivar al personal a salir de la zona de confort. Con lo poco que llevamos ya se ve algo de cambio y esperamos que ese cambio sea mayor”, puntualiza Antonia.

Actualmente están implementando un tarjetero para la administración de medicamentos, uno de los puntos débiles del servicio. “Espero poder ayudar en el hospital, en la atención a pacientes del día a día. También dejar algo, algún aporte, algún cambio positivo, aunque sea chiquitito, en el funcionamiento del hospital, para que así mejore en algo la atención al paciente”, manifiesta Mónica.

Aunque ha sido una experiencia cansadora, estas tres enfermeras se declaran felices, con ganas de empaparse de la cultura ghanesa y motivadas a construir proyectos que generen soluciones concretas y sostenibles. Están decididas a seguir trabajando para disminuir la pobreza en África, desde lo que más aman y saben hacer: la enfermería.

Enfermeras al servicio de los más necesitados

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