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Escuela de Enfermería UC capacitó a profesionales de la salud en modelo de cuidados crónicos

Diciembre 4, 2011


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Durante dos días, los integrantes de 34 equipos de todas las comunas del Servicio de Salud Metropolitano Sur-Oriente (SSMSO), participaron del curso “Cuidados crónicos basados en evidencia: una necesidad y un desafío clínico-administrativo”. La iniciativa es el resultado del trabajo conjunto entre la Escuela de Enfermería UC y el SSMSO.

“Se sabe que las personas con enfermedades crónicas no están recibiendo el apoyo de los servicios de salud que ellas necesitan, porque estos están organizados para resolver problemas agudos, es decir, para curar y no para cuidar, que es lo que requieren los pacientes crónicos”, señaló Ilta Lange, académica de la Escuela de Enfermería UC y directora del curso. La aproximación del modelo de salud para los pacientes crónicos es muy diferente al modelo curativo, pero su implementación es urgente, lo que ha sido reconocido por el Ministerio de Salud, que ha incorporado esta estrategia en los objetivos sanitarios 2011-2020.

A nivel mundial las enfermedades crónicas han ido en aumento y la atención y cuidados que se dan para lograr su compensación o mejoría y lograr el autocuidado, no han tenido éxito. “Los porcentajes de compensación que se logran son bajos y eso genera frustración en los equipos de salud”, explica la doctora Luz María Durango, encargada del programa de salud cardiovascular del SSMSO.

Para mejorar los resultados en la atención, en el curso se enseñó el modelo de cuidados crónicos (MCC) de Edward Wagner. Este representa un marco para el abordaje sistemático de las enfermedades crónicas, donde se asocian los sistemas de salud y las comunidades. Aplicándolo, es posible otorgar a las personas con condiciones crónicas de salud, cuidados continuos, oportunos, integrados e integrales, para prevenir y retardar complicaciones que menoscaben su calidad de vida. “La idea es hacer que estos equipos sean semillero de proyectos efectivos, para poder mostrar cambios en los índices de compensación de la enfermedad, adherencia a los tratamientos y mejoría en el autocuidado”, finalizó la doctora Durango.

En Chile el 74,6% de los adultos tiene dos o más enfermedades crónicas (hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia), lo que representa una cifra cercana a 9 millones de adultos con multimorbilidad crónica en el país. Por lo mismo, la estrategia individual es insuficiente si se desea otorgar cuidados efectivos.

Los pacientes crónicos necesitan acompañamiento permanente, continuidad en la atención, herramientas para el autocuidado. Por lo mismo, uno de los elementos de este trabajo es la articulación con la comunidad. En el curso de dos días, la profesora de la Escuela de Enfermería UC Solange Campos, se refirió a cómo se pueden articular los servicios de salud con los recursos comunitarios.

En su ponencia, Solange Campos relevó la importancia de los recursos comunitarios, pero diferenció con claridad a los grupos de autoayuda, de los grupos de apoyo o terapéuticos. Los primeros están basados en iniciativas que nacen de las personas y que tienen un problema común. La ventaja del grupo de autoayuda es que se da naturalmente y potencia más las habilidades de las personas, porque trabaja desde lo positivo, desde los recursos y no desde la enfermedad. Así partieron la Asociación de Dializados y Transplantados de Chile (Asodi) y la Fundación de Diabetes Juvenil de Chile. Ambos casos, que funcionan como grupos comunitarios, fueron presentados en el curso.

En cambio, los grupos de apoyo que nacen al alero de los centros de salud son más bien grupos terapéuticos guiados por un profesional. “Estos suelen desaparecer cuando el profesional se va”, aseguró la enfermera Campos. “Cuando hablamos de vida comunitaria no nos referimos a los grupos terapéuticos que están metidos dentro del sistema de salud, y el personal de la salud lo tiene que entender”, finalizó Campos.